El término “colono” se aplica en el arte africano a pequeñas estatuas que toman su origen en la época colonial, siendo las más significativas las de la etnia baulé en Costa del Marfil. Estas estatuillas representan normalmente a personajes de todo tipo y condición de la sociedad europea de esa época, tanto hombre como mujeres. Así pueden encontrarse desde magistrados, médicos o militares hasta futbolistas, roqueros o gente corriente vestida de calle, con pantalón corto, largo o mono de trabajo al igual que vistiendo camisas y calzados de todo tipo. Los brazos suelen ir extendidos a lo largo del cuerpo, en otros casos con las manos en los bolsillos en actitud desenvuelta. El rostro y las partes del cuerpo descubiertas van pintadas de rojo, color con el que los africanos describen al europeo.

Un matiz humorístico rodea a estas figuras que no dejan de ser sino una sátira de la población colonial. También han sido representados los africanos que trabajaban para los europeos, en el ejército, en la administración o en los hospitales. Es frecuente encontrar figuras que representan maternidades africanas, curanderas e incluso personajes europeos ataviados al estilo africano.

Una característica importante de estas figuras es su colorido, la mayoría de ellas pintadas con todo tipo de colores, entre los que destacan el rojo, negro, azul, blanco y amarillo. Cualidad que les ha valido el humorístico nombre de “figuras Ripolín”, nombre de una conocida marca de pintura vendida en todo el oeste africano.