MASCARA MBLO

Las máscaras retrato o las máscaras “doble”, ndoma, reciben este nombre porque se supone que son el “doble” de la persona cuyo rostro se representa. Estas máscaras pueden representar el rostro de un hombre o de una mujer, normalmente de notables y de personas importantes por su rango o por su riqueza. No son retratos, en el propio sentido del término, pues no tienen por qué parecerse a su representado, pero sí reflejan los aspectos más importantes de su personalidad, como puede ser un gesto, una escarificación o cualquier otro signo representativo. Se trata principalmente de idealizar a la persona representada. Una característica importante de este tipo de máscaras es que tratan siempre de reflejar la belleza y ellas ofrecen la mayor pureza de líneas del estilo baulé. Reciben también el nombre de máscaras Mblo porque participan en el baile que lleva este nombre apareciendo siempre las últimas para cerrar el festejo con un broche de oro.  Se trata de danzas festivas y populares, gbagba, destinadas a festejar a algunas mujeres bonitas presentes y a quienes se supone estar representadas por las máscaras. Y, éstas se verán obligadas a ofrecer algún presente al bailarín o danzante que la porta. Es una de las categorías de máscaras más antiguas de los Baulé.

Estas máscaras ofrecen, a veces, una combinación  de rasgos humanos con algún elemento decorativo animal como pueden ser cuernos o pájaros  en el caso de las máscaras masculinas o peines en el de las femeninas. Independientemente del criterio estético no cabe ninguna otra significación.

La presente máscara es una máscara femenina, estas máscaras intervienen con motivo de la entronización de los jefes y hacen valer el rango de la mujer en una sociedad en la que el poder de los notables proviene de la mujer, de sus antepasados femeninos, evocando de manera especial a la reina Abla Pokou. Pátina negra.